España impulsa los planes europeos para aprovechar el Sol del Sáhara
Cuando se creó el Mercado Común, parecía un sueño el que en el año 2050 pudiese abastecerse energéticamente (energía eléctrica) el 90% de la población mundial aprovechando el Sol del 3% del territorio desértico del planeta (el Sáhara).
Primero Francia y ahora España, que es quien preside ahora mismo la Comunidad Europea, han dado impulso a esta iniciativa con el objetivo de reducir la dependencia energética de energías no renovables (carbón, petróleo…) y sustituirlas por energías renovables, como la eólica y la solar.
El desarrollo tecnológico actual permite construir largos enlaces de alto voltaje, de corriente continua. (Actualmente, el transporte de energía eléctrica se basa en corriente alterna.)
Varias empresas españolas, como REE (Red Eléctrica de España) y Abengoa Solar, podrían colaborar con Desertec (el proyecto que esta empresa multinacional intenta realizar) y para ello se van a reunir en Valencia, para ver aspectos industriales y financieros.
Las posibilidades son: centrales termosolares (preferente) y centrales fotovoltaicas. El problema de las primeras es que necesitan refrigerarse, y aunque pueda hacerse por aerocondensadores, al final, será necesaria el agua (bien para refrigerar o para limpiar los módulos), y el agua en el desierto es escasa.
Además de los países europeos, estarían interesados Marruecos y Egipto (que no tienen petróleo) y en menor medida Argelia. Para llevar el proyecto al cabo, el desafío mayor es el técnico y no el político.
En conclusión, el petróleo genera problemas medioambientales catastróficos y de largo alcance y duración, mientras que la energía solar y eólica son inagotables y prácticamente limpias, necesitando tan solo tiempo para que sea rentable su utilización masiva; será entonces cuando la tecnología atraiga al dinero para su construcción.
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Adonai Bernal -