¿Podemos descifrar todos el lenguaje de las emociones?

 

Durante una simple conversación, la gente imita de forma inconsciente la alegría o el enfado de los demás, y de esta forma interpreta y reconoce las emociones que sienten.  Estudios anteriores revelan que si se tienen dificultades para imitar, la gente es menos hábil para leer las expresiones faciales.

Ante esta situación, los psicólogos Borgat y Matsumoto se plantearon qué les sucedía a aquellos que no pueden reflejar ninguna expresión. De modo que iniciaron una investigación referida a las personas que padecen el Síndrome de Moebius, personas que sufren una parálisis facial.

Descubrieron que las personas que padecen el síndrome  no tienen problemas para leer las expresiones de los otros, a pesar de que no son capaces de imitarlas. Pues confirmaron que el cerebro tiene otros sistemas para reconocer las expresiones faciales.

Sin embargo, es un hecho que estas personas tienen grandes dificultades para relacionarse socialmente. Para superarlo utilizan otros medios que no sea la cara, como el contacto visual y el tono de voz.